Nuestro proyecto de rehabilitación de la vivienda E+A en Álava

Nuestro proyecto de rehabilitación de la Vivienda E+A en Álava

 

 
Después de las vacaciones estivales de este año, diferentes que las anteriores pero no menos especiales, vuelve septiembre y con él, el nuevo curso, los nuevos proyectos, la reactivación de la ciudad… debemos admitir que es una época que nos encanta.
Hemos aprovechado todo este tiempo para pensar nuestros propósitos del nuevo curso, recargar pilar, buscar nuevas fuentes de las que beber, etc. Todo ello, pasando por altos y bajos inevitables en tiempos de incertidumbre.
Después de mucho tiempo (más de lo que nos gustaría) sin publicar, queríamos volver de una manera especial. Por ello, hemos decidido compartir contigo un proyecto en el que hemos estado trabajando durante estos últimos meses. Se trata de una rehabilitación realizada en una vivienda unifamiliar situada en un municipio cercano a la ciudad de Vitoria-Gasteiz, Amurrio. A continuación, te contamos algunos detalles y decisiones que hemos ido tomando en el proceso de diseño.
 
 

Antecedentes

Se trata de un caserío, una construcción tradicional y originaria del País Vasco. Las primeras referencias sobre este tipo de edificación son del s. XII y XIII y en aquella época hacían referencia al establecimiento base de la producción agropecuaria familiar ubicada en la montaña.
El caserío protagonista de la publicación de hoy, data de 1880 (¡ahí es “ná”!). Se trata de una edificación realizada en piedra, sus muros perimetrales tienen 70 cm de espesor, y consta de una planta baja, antiguamente dedicada al granero y establo, y una planta primera y bajocubierta destinadas a la vivienda familiar. Durante los años, ha sufrido varias reformas, entre las cuales tenemos que destacar el cambio de cubierta, ya que ha supuesto la restitución de la antigua estructura de madera por una de hormigón.
 
plantas del estado actual
 

Programa

Sus propietarios adquieren la vivienda con deseo de rehabilitarla y hacer de ella su vivienda habitual. La unidad familiar la conforman padre, madre y una pequeña de 2 años. Fueron varios los requisitos que tenía la familia para cumplir con sus necesidades. Entre otros, querían destinar la planta baja a la zona de día, cocina, salón y comedor, y reservar un pequeño espacio para un dormitorio de invitados. En la planta primera y bajocubierta, querían 3 o 4 dormitorios, con unos espacios generosos tanto para la habitación principal como para la habitación que iba a ocupar la hija. 
 

Diseño

Teniendo en cuenta las premisas por parte de la familia, nos pusimos manos a la obra. Planteamos una planta baja abierta. Optamos por demoler parte de los tabiques existentes para unificar los espacios de cocina, salón y comedor en un único espacio. Este hecho implica un gran cambio ya que el espacio deja de estar compartimentado y poco iluminado para convertirse en una estancia abierta multiplicando sus entradas de luz. El lavadero y un aseo se independizan de la zona pública para tener privacidad y además, sirven de acceso al dormitorio de invitados que se sitúa en el antiguo granero de la vivienda. Este dormitorio tiene una salida al exterior por medio del garaje, lo cual, a pesar de que en principio parezca no tener utilidad, le da un valor añadido.
En la planta primera, se proyectan cuatro dormitorios y dos aseos. El dormitorio principal, orientado a la fachada principal es el de mayor tamaño y acoge en su interior un baño completo abierto. El resto de dormitorios tienen unas amplias dimensiones y comparten baño.
Finalmente, la planta bajocubierta se destina a un salón privado pensado para el ocio en familia, y a su vez, da acceso a la parte exterior trasera de la vivienda.
 
plantas del estado reformado
 

Materialidad

Teniendo unos muros de piedra de 1880 y una estructura de pilares y forjados de madera intactos en planta baja y planta primera, ¿qué más queremos?
Es una vivienda que tiene historia y mucha (mucha, mucha) vida a sus espaldas. Teniendo en cuenta este hecho, los materiales escogidos son nobles, sobrios, naturales y respetan el protagonismo que se le quiere dar a los elementos originales. 
Se plantean tres registros diferentes, uno para cada planta. Se diferencian por las actividades que se realizan en cada una de ellas. Así, en la planta baja, se opta por un pavimento cerámico en color gris melange, un suelo resistente para disfrutar de las reuniones con amigos y familiares, que combina perfectamente con los muros de piedra y las vigas de madera en el techo. Se propone una pequeña diferenciación en la entrada de la vivienda modificando la cerámica del suelo por una de mayor contraste.
 
 

Construcción

¡La obra está a poco de empezar y no esperaremos para enseñarte el resultado!
 

* * *
Os deseamos una feliz vuelta a la rutina. Nos vemos pronto.
 
SOZ

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