Alvar Aalto – La forma reducida a lo esencial, su función
Desde sus inicios, AOOA aboga por una arquitectura definida por la sencillez y la funcionalidad. En la última década, estos conceptos han determinado un estilo constructivo en el diseño, el estilo nórdico minimalista y en la configuración de los espacios, generando una corriente que hoy lidera el mundo de la Arquitectura y el Diseño.
Uno de los grandes referentes dentro de la arquitectura que ha definido dicha corriente es Alvar Aalto (1898-1976), arquitecto y diseñador finlandés considerado como uno de los más influyentes del siglo XX.
A pesar de que no pretendía ser especialmente moderno, participó activamente en la evolución de este movimiento con su arquitectura más humana: creando espacios y objetos que mejoraran la vida de las personas. Defendía una solución particular para cada necesidad alejándose de la idea de producir arquitectura en masa o un único diseño producido en serie que resolviera el problema de miles de personas.
Afortunadamente, a día de hoy su legado sigue vivo gracias a lo bien conservadas que estan muchas de sus obras y también, gracias a la firma de mobiliario Artek, que fue fundada por el arquitecto finlandés junto a su primera mujer Aino Marsio.
Para conocer mejor su estilo, te traigo una obra de arquitectura y un objeto diseñados por el propio Aalto que aún hoy son considerados auténticas obras de arte. Se trata del Sanatorio de Paimio y el icónico taburete nº 60.
Sanatorio antituberculoso de Paimio, Finlandia (1923)
El Sanatorio de Paimio, situado en la colina de un bosque de pinos en el sur de Finlandia, cerca de la ciudad de Turku y no lejos de la capital Helsinki, está considerada una de las obras más importantes de Alvar Aalto. Se trata de un edificio construido entre 1929 y 1933 como sanatorio para las personas con tuberculosis.
El edificio se diseñó según los principios del funcionalismo, con el objetivo de ayudar a los pacientes con tuberculosis a recuperarse. Al tratarse de una enfermedad que se transmite por bacterias, se conformó un edificio fácil de limpiar y con espacios que favoreciesen la ventilación. Se evitaron los elementos decorativos o aquellos donde se podía acumular polvo y se optó por materiales resistentes al desgaste y al lavado, tales como el caucho o el linóleo para el suelo y por superficies pintadas brillantes.
En ese momento, al no haber medicamentos para curar la tuberculosis, los tratamientos incluían una buena higiene y aire limpio. Por ello, el conjunto está formado por zonas claramente diferenciadas donde los pacientes pudieran disfrutar de la luz del sol durante todo el día. Se diseñó una azotea con orientación sur, terrazas en cada una de las plantas o recorridos alrededor del sanatorio.
En este caso, la importancia de la función está atendida como elemento prioritario. Hay una voluntad en la forma, ya que utilizando elementos simples y necesarios, aporta riqueza al edificio. Ejemplo de ello es como, en el exterior, los extremos del edificio quedan perfectamente rematados con elementos tan simples de terraza, hueco del pasillo común y balcón.
Icónico taburete nº 60 (1933)
Todos los muebles diseñados por Alvar Aalto surgen en consonancia con los proyectos arquitectónicos y atienden a las necesidades que presentan éstos. Es el caso de este icónico taburete, que estaba destinado a ser utilizado (al menos) en el vestíbulo de recepción del Sanatorio de Paimio.
Aalto afirmó que “el problema básico en el diseño de muebles, tanto histórica como prácticamente, es el elemento de conexión entre las partes verticales y horizontales. Me atrevería a decir que ese es su factor estilístico determinante. En la forma en que proporciona una conexión con el nivel horizontal, la pata de la silla es la hermana pequeña de la columna arquitectónica.”
El maravilloso resultado de este taburete circular y de patas plegadas de madera es obra de la estrecha colaboración entre Alvar Aalto y su mujer Aino con el carpintero Otto Korhonen.
Aunque pueda parecer contradictorio con su trayectoria como arquitecto, el diseño de las patas mediante procesos de plegado y laminado de la madera responden al deseo de Alvar Aalto de encontrar una forma de producción en serie que permitiera una producción y comercialización a gran escala. Gracias a los conocimientos de Otto Korhonen sobre la madera y sus propiedades, dieron con el abedul finanldés que les permitió obtener el resultado deseado.
La unión entre la pata y el asiento se hace atornillando la parte inferior del asiento con el extremo doblado. Este método de fijación elimina las complejas uniones que tanto tiempo suponen al carpintero.
El invento de este taburete supuso un salto cualitativo a la producción en serie a gran escala de los muebles Aalto, convirtiéndose así en el segundo producto patentado de todo el mundo.
A día de hoy, sigo aprendiendo de la manera de concebir la arquitectura y el diseño de Aalto. Acostumbrados a una arquitectura fría y excesivamente racional, me conmueve su objetivo de humanizar y naturalizar la arquitectura y el diseño creando espacios que atienden a las necesidades concretas de una cultura, sociedad y emplazamiento.
Fotografías: Fabrice Fouillet
A continuación, he realizado una selección con los diseños más representativos del protagonista. ¿Los conoces todos?
